Hola a todos:
Ya van unas cuantas veces que voy leyendo y oyendo esta palabra (¿o «palabro»?) – Sorpresísima.
Ni siquiera la primera vez me costó entender que se trataba de una sorpresa grande/enorme pero me pregunto si veis bien formar una especie de superlativo a partir de un sustantivo.
¿Es una construcción gramaticalmente correcta y aceptada o es solo una forma de hablar que se le ocurrió a alguien y que luego se ha puesto de moda, como otras tantas? En caso de que sea lo segundo, ¿os resulta normal, cómico/jocoso u os pone de los nervios?
Si es que sí que se puede derivar un superlativo de un sustantivo, ¿estoy usando la terminología correcta o se denomina de otra forma?
Y finalmente, ¿se os ocurren otros ejemplos? No me vienen a la mente ahora pero sospecho que he podido oír algún apodo de este estilo. ¿Qué me decís de El Generalísimo o de Saritísima?
Perdonad que haya disparado tantas preguntas de golpe pero estoy deseando escuchar vuestras opiniones.
Un saludo cordial.
Buenas tardes:
Qué interesante, Nibbles. No recuerdo haber oído «sorpresísima» y lo que yo uso normalmente para decir que algo es una gran sorpresa es «sorpresón» o «sorpresaza». A mí me parece que se puede deber a lo segundo que dices; se empezó a añadir este sufijo de grado extremo a «sorpresa», gustó, y algunos otros lo han imitado. Supongo que lo utilizan de manera jocosa. No me sorprendería demasiado si lo oyera ni que, si su uso se extendiera (¿aún?) más, pasara a formar parte de la pequeña lista de sustantivos que se emplean comúnmente con superlativos. Copio de la NGLE (7.4m):
Un cordial saludo.
Gracias, Blasita, por tu opinión y por la cita de la NGLE. Casualmente, hoy ha sido noticia en los informativos el nietísimo de Franco. Lo del tono burlesco queda confirmado, creo.
Y ahora me estoy preguntando si no será una tendencia extendida por y entre los periodistas. La primera vez que oí sorpresísima fue en un programa deportivo radiofónico y el locutor declaró que salvo sorpresísima, tal equipo bajaría a segunda, o algo así.
Buenos días:
Yo tampoco había oído utilizar ese palabro en los medios de comunicación, Nibbles, pero no me extraña que lo hayan soltado más de una vez en alguna tertulia radiofónica o televisiva, principalmente sobre asuntos deportivos o sobre asuntos del corazón (léase cotilleos, de la 1.ª acepción).
En cualquier caso, al oírlo, yo consideraría que es solo una fórmula necia que alguien utiliza para llamar la atención de los oyentes, incluso a sabiendas de haberse expresado incorrectamente. Pero eso sí, yo haría votos 🙂 por que no se repitiera y se extendiese (¡uf!). Ocurre lo mismo con otras palabras que también se dicen con esa finalidad o, simplemente, por hacer una gracia o más bien una gracieta.
Es verdad lo que dices, Nibbles, respecto a que no es procedente aplicar el sufijo -ísimo a un sustantivo. Y por si había dudas, el DLE lo indica claramente:
Pero mira por dónde, buscando otra cosa hemos dado con una omisión en las definiciones de -ísimo y de grado superlativo, puesto que en ellas falta añadir, a mi juicio, «y excepcionalmente de algunos sustantivos, como general y otros».
De este modo se evitaría la contradicción que ahora existe entre las definiciones anteriores y la definición de generalísimo:
(No hace ninguna referencia a general como adjetivo).
En la añadidura que yo propongo para esas definiciones he escrito «y otros» para curarme en salud, pero tengo la impresión de que el único sustantivo en grado superlativo que se admite por el momento es generalísimo.
Sí, porque en el capítulo de la NGLE que nos ha aportado Blasita se meten el este mismo saco otros sustantivos en superlativo (que, ya puestos, dan ganas de llamarlos sustantivísimos, ja ja), pero a ninguno de ellos los reconoce el DLE, que para mí es el referente lexicográfico, por muchas aclaraciones y matizaciones que hagan la NGLE y el DPD. He dicho. 🙂
Por otra parte, estaba yo pensando en que tal vez esa tendencia de aplicar el superlativo a algunos sustantivos se deba en parte a la influencia del italiano (Fausto Coppi, il Campionissimo; Eleonora Duse, la Divissima; Luciano Pavarotti, il tenorissimo; etc,).
En cuanto al caso particular de poner en superlativo algunos nombres de familiares (en la NGLE se mencionan algunos: cuñadísimo, nietísimo y hermanísimo), puedo estar equivocado pero me parece que esto tuvo su origen en aquella época en que a un famoso médico se le empezó a llamar el yernísimo, y la ocurrencia se extendió rápidamente.
Y aquí lo dejo porque ya estaréis cansadísimos. Saludos afectuosísimos.
Gracias, Robin, por echar más luz sobre el asunto con tu opinión y más niebla con las de la RAE 😀
¡Hola! Estoy de acuerdo con Blasita y Robin. No lo había oído y me parece un palabro, Nibbles. No me gustaría que se metan más sustantivos superlativos en el DRAE («sustantívisimos»: me ha encantado el comentario de Robin), aunque entiendo que sea difícil decidir lo que entra o no en el diccionario.
Saludos cordialísimos
Buenas noches:
Yo también he disfrutado mucho leyendo el comentario de Robin, Monic. Supercontentísima estoy de leer todos vuestros comentarios. 🙂
Monic, entiendo lo que dices acerca de la dificultad de incluir un término o expresión en el Diccionario, pero mi humilde opinión es que lo primero que se tendría que considerar a la hora de confeccionar el Diccionario sería mantener un claro criterio general.
Robin, me parece interesante lo que mencionas sobre la posible influencia del italiano en la aplicación de este sufijo superlativo a sustantivos. A mí me parece que, en estos casos, puede ser un simple intento de destacar por ser gracioso o distinto.
Un cordial saludo para todos.