Saludos cordiales, queridos concurdáneos:
¿Quién no la ha pifiado alguna vez en la vida? Cualquiera; equivocarse es de humanos. Pifias las hemos tenido de todas clases y colores, desde esas que pasan desapercibidas hasta aquellas que, una vez nos percatamos de la metedura de pata, deseamos fervientemente que nos trague la tierra. Pero, tal como dije antes, son errores perdonables para las personas de a pie.
¿Pero qué ocurre cuando son cometidas, y además quedan negro sobre blanco para constancia innegable ad perpetuam, por aquellos profesionales o medios de comunicación a los que se le supone por oficio una rigurosidad en el desarrollo de su trabajo? Hablo de redactores, periodistas y escritores que de vez en cuando van dejando algunas perlas por ahí repartidas ejemplos del desajuste del idioma o de supuestos conocimientos que ciertamente no lo son.
Esta sección he querido llamarla así porque pretendo que sea, con la colaboración de ustedes, una recopilación de pifias que son ejemplares porque son ejemplos de pifias pifias: en periódicos, libros, folletos, carteles…, en cualquier soporte de letras que puedan ser fotografiadas y llevadas a este estrado como prueba del delito.
Eso sí, se tienen ustedes que tomar el trabajo de hacerles la foto y volcarlas aquí. Bien, si eso excede a su capacidad operativa o sencillamente son ustedes unos flojos, pueden aportar aquellas pifias flagrantes que han pasado a la historia de puntillas. Por ejemplo: ¿recuerdan aquello que escribió nuestro paisano de D. Robin y mío ‘cuando clavas en mi pupila tu pupila azul’? ¿Hay pifia o no hay pifia ahí?
Pues dejemos la teoría y vayamos a la práctica: ahí tienen la pifia inaugural de este hilo que es de todos ustedes. Díganme, ¿qué coligen al leer ese titular?
Buenas tardes a todos:
Gracias por vuestros comentarios, Robin y Milord, sobre la importancia de la caligrafía. Qué bonito lo de mandar felicitaciones de Navidad y notas escritas a mano; ahora las primeras son todas electrónicas y las notas, guasaps. Parece mentira que la caligrafía empiece a parecer pasado, cómo ha cambiado la vida en unas pocas décadas. Estoy con vosotros en que el sentimiento es más palpable en un texto escrito a mano y en la importancia de coger un boli de vez en cuando.
Después de ese Ribera del Duero y de esas otras cazadas de Madri, estoy lista para dar mi opinión sobre las definiciones del DLE que nos trae Robin.
Un tema interesante, Robin. Como tú y Chileno, también creo que alguna de esas definiciones es mejorable. Os digo como yo lo veo: me parece que en la entrada de «pomada» han querido referirse a «mixtura» como simple mezcla de varias cosas, o sea que se correspondería con la primera acepción de la entrada de «mixtura» y no con la tercera. Me baso principalmente en que al definir «pomada» hablan de un uso cosmético además del médico, es decir, que para mí la «pifiada» consistiría en la ambigüedad de «mixtura» ahí, que yo cambiaría por «preparado» o similar.
Como nota aparte, diré que me ha parecido curioso el hecho de que «crema» como ‘producto cosmético o médico de consistencia pastosa’ no apareciera en el diccionario académico de 1992 ni en los anteriores (fuente: Mapa de diccionarios académicos, RAE).
Un abrazo.
Buenas tardes:
Celebro vuestra presencia aquí, Blasita y Chileno, y vuestros juiciosos comentarios.
Cuando días pasados preguntaba sobre la forma más conveniente de corregir esta cadena: pomada medicinal –> mixtura medicinal –> Poción medicinal –> bebida medicinal, que se forma con las sucesivas definiciones del DLE y que da como conclusión que la pomada es una bebida, ya tenía yo en mente la respuesta. Y no era otra que la eliminación de la palabra poción (en coincidencia con tu criterio, Chileno) porque resolvía claramente esa incongruencia y también, en cierto modo, porque poción y sus sinónimos pócima, bebedizo, etc., no me parecían palabras que se utilizasen mucho en la medicina del siglo XXI.
Pero no tuve en cuenta que la 3.ª acepción de mixtura («Med. Poción compuesta por varios ingredientes») es intocable.
Así lo entiendo yo porque cuando el diccionario acota el significado de un término (Mús.; Dep.; Mil.; Med.; etc., etc.) es porque en el ámbito correspondiente la palabra en cuestión tiene ese significado. Es decir, que no es la Academia quien dicta el sentido del término sino, simplemente, quien recoge el uso que tiene en ese ámbito para darlo a conocer a través de su diccionario.
Esto quiere decir, para este caso concreto que, en medicina, una mixtura es una mezcla de ingredientes con fines curativos que siempre es líquida y se administra por vía oral (infusión, suspensión o disolución en líquidos, etc.), razón por la que la citada acepción de mixtura es correcta y, como dije antes, inamovible por parte de la Academia mientras el mundillo de los galenos no opine de otro modo.
Así que sólo nos queda un eslabón de esa cadena en el que podamos incidir para la corrección del dislate pomada = bebida, y ese está en la definición de pomada, tal como sugiere Blasita, en la que queda clarísimo que no estuvo bien elegida la palabra mixtura cuando la Academia –en este caso sí– concibió su definición, habiendo, como hay, otros sinónimos (mezcla, preparado, compuesto, producto, etc.).
Muchas gracias, pues, a los dos.
……..
Y aprovechando que Blasita nos ha traído el término preparado, que puede actuar como adjetivo o como sustantivo, os voy a preguntar si os parecería bien que un chef de cocina, pongamos por caso, se expresase del modo siguiente al describir uno de sus platos:
Esto es un preparado a base de pulpa de mejillones, camarones, cebolla cortada en trozos, pimientos rojos…
Bien, pues según mi criterio no sería correcto expresarse de ese modo porque el sustantivo preparado sólo se puede utilizar cuando se trata de drogas o medicamentos, según el DLE:
preparado
1. Med. adj. Dicho de una droga o de un medicamento: Dispuesto según dosis y presentación adecuadas a su utilización. U. t. c. s. m.
(No hay más opciones porque no hay más acepciones).
Entonces, ¿estáis los cocinillas de acuerdo con esta definición o, por el contrario, vais a salir con pancartas de protesta mañana mismo?
Saludos cordiales. 🙂
Hola, Robin. No, en ese caso no usaría preparado, pero sí que compro habitualmente preparados de paella, de cocido y para sopa juliana. Cuando lo lea la estupenda cocinera Madri, se revolverá en su asiento, seguro, y con razón.
Buen fin de semana para todos.
No, Blasi, ya no me sorprende nada. Los tiempos y las necesidades van cambiando y hay que ir adaptándose, no queda otra. También hay preparados para barbacoa, para hamburguesas, para pinchos… y en este caso suele ser una mezcla de especias específicas para cada cosa. El DLE no tendrá más remedio que ampliar el número de acepciones de «preparado».
Por otro lado, quería traeros algo que he leído hoy en El País, y no sé si es realmente una pifia:
En la nota encuadrada dicen que los mayores de 50 «detentan» el 70% de la riqueza en Europa. ¿Creéis que ese verbo es el adecuado? Si fuera así, ¿acaso es que estamos disfrutando de algo que no nos pertenece?
Más abajo, en el párrafo central encuentro una discordancia en el pronombre les dentro de la frase «a nadie les gustan los esterotipos». ¿Error o errata?
Un abrazo a todos.
Buenos días:
Yo recuerdo que hace años era muy habitual que en los medios de comunicación utilizaran con frecuencia los verbos detentar y ostentar indebidamente, puesto que los aplicaban a personas que desempeñaban u ocupaban determinados cargos o puestos, normalmente públicos. (Fulanito detenta (u ostenta) el puesto de Director General).
Pienso que la corrección de estos y otros muchos errores gramaticales que proliferaban en aquella época (digamos que sería la década de los 80) se debió en gran parte a la emisión en televisión de algunos programas dedicados al planteamiento de cuestiones lingúísticas, en los que intervenían asiduamente los académicos Joaquín Calvo Sotelo, Jose Manuel Blecua y probablemente otros que ahora no recuerdo.
Por eso pensaba que aquellos errores de bulto tan extendidos habían pasado ya a la historia, hasta que he visto el titular que nos ha traído Madri que, efectivamente, para mí es una pifia. Y es una pifia de las grandes porque no sólo se trata de un error gramatical sin mucha trascendencia sino sobre todo de una acusación grave (habernos apoderado ilegítimamente de ese 70%) a los que ya cumplimos los 50. Sí, bueno, se supone que el periodista no tiene intención de agraviar a nadie, la verdad sea dicha, y no lo vamos a demandar por eso, claro que no, pero aun así… yo al menos lo metería una semanita y un día en la Cárcel de Papel.
En cuanto a la frase «a nadie les gustan los estereotipos», coincido contigo de nuevo, Madri, porque hay un error en «les», ya que nadie significa ninguna persona, o sea, singular.
Un abrazo. 🙂
No ha sido en «soporte de letras», como pedía Milord, pero me gustaría saber si se puede considerar pifia; hoy en un programa televisivo de actualidad, la reportera hablaba sobre un incendio en la isla de La Palma. Dijo que se había detenido a un ciudadano alemán que pudo «provocar el fuego de forma accidentada«. Yo hubiera dicho «accidental».
Aquí os dejo la definición del DLE, y ya me diréis lo que opináis…
Acabo de consultarlo, y parece que yo tampoco habría acertado con «accidental»:
¿o sí? ¿La acepción 2? Pero un accidente no es exactamente lo mismo que una casualidad, creo.
Hola, Nibbles:
Buena pillada. De forma accidentada resulta ridículo ahí.
Sí, a mí también «accidental» me parece adecuado, Nibbles, porque quieren decir que ha sucedido por accidente, que ha sido fortuito. Vamos a ver cómo se define «casualidad» en el DLE:
Aunque algunas veces se me quedan definiciones del Diccionario algo cortitas o confusas. Por ejemplo, yo hubiera elegido otro adjetivo u otra frase en lugar del «contingente» que aparece en la entrada de «accidental» que tú has citado —puede ser cosa mía—:
Gracias, Blasita. Eso es lo que me hizo dudar también de «accidental». El hombre provocó el incendio de forma involuntaria, pero desde luego que no fue pura casualidad. Cometió una estupidez – prendió fuego al papel higiénico que había utilizado en el monte.
De nada, un placer, Nibbles. Pues de imprudencia temeraria lo calificaría yo …