No creáis que el asunto no es serio, porque queramos o no, todos tenemos que comer. Y para poder comer, hay que cocinar.
Estoy segura de que entre vosotros hay más de un aficionado que se remanga de vez en cuando para sorprender a la familia o a los amigos. De eso se trata, ¿qué os parece si compartimos experiencias que giren alrededor de la comida? En cualquier ocasión y lugar, en casa, de viaje, en el colegio…
Cualquier cosa: anécdotas, curiosidades, preferencias, preguntas, respuestas…
A ver si descubrís qué hay en la fuente de la foto.
Es que usted hace gazparejo, que no es gazpacho ni salmorejo. No es gazpacho porque no lleva pimiento ni pepino y no es salmorejo porque le echa agua. De todas formas, con las manos que tiene usted para la cocina, eso tiene que estar de rechupete. Y hemos aprendido una nueva receta, el gazparejo. ¡Qué pedazo de blog!
Muy buenas a todos:
Me paso de nuevo por aquí para hablar del pisto manchego. La elaboración básica está clara: cacerola con una base de aceite de oliva y pochar cebolla, pimiento verde, pimiento rojo y calabacín (o berenjena). Tomate frito al final, algo de cocción y ya está.
Mis preguntas a los expertos:
— ¿Le echáis de las dos clases de pimientos?
— ¿Echáis berenjena al pisto? ¿Además del calabacín o en su lugar? ¿Qué tal sale con ella?
—¿Usáis el calabacín con o sin su piel?
—¿Le ponéis al pisto ya hecho un huevo (frito o escalfado) encima?
—¿Me podríais dar algún truquillo vuestro para que el pisto salga estupendo?
No me digáis que no es casualidad que la pregunta de Blasita haya llegado justo cuando yo estaba preparando un pisto, no digo que manchego porque quizá estaría apropiándome de un apellido que no le corresponde, pero pisto al fin y al cabo.
Por orden:
Sí pimiento verde, tipo italiano, y rojo, lamuyo.
No, berenjenas no suelo poner. Recuerdo haberlas usado alguna vez y el resultado no me pareció «pisto».
El calabacín, con piel. Sobre todo si es blanco. Si es negro, a veces la quito con el pelaverduras, tira sí y tira no. Me queda a rayas.
Si el pisto forma parte del segundo plato, sí: pueden ser uno o dos huevos fritos o escalfados, aunque últimamente estoy haciéndolos a la plancha, y también unas lonchitas de ibérico, vuelta y vuelta por la plancha, o incluso en el microondas solo calentarlo un poco, lo justo para sacarle brillo. Pero también solemos comerlo de primero, tal cual.
En el aceite donde vas a hacerlo, antes de nada dale una vuelta a una loncha de ibérico. La sacas en seguida y el sabor se quedará en el aceite y luego impregnará las verduras.
Al final, cuando ya está hecho y el fuego apagado, le echo un picado de ajo y perejil muy menudo, lo incorporo para que se caliente, pero se queda medio crudo. El ajo ya no pica y le da un toque.
Ah, y hacerlo todo a fuego alegre. Desde el principio, echar cada verdura después de que la anterior ya esté «pochada». Y el calabacín, por partes, poco a poco. No dejar que cueza, sino que se fría más bien.
Y la sal también voy poniéndola desde el principio: a cada verdura, la suya.
El tomate lo hago aparte. Siempre tengo salsa de tomate lista para usar. Lo añado después de que los calabacines ya están tiernos.
¡Gracias, Madri!
Queridos amigos:
Después de esa demostración de sapiencia culinaria, lo que les traigo les parecerá una pamplina. Y están en lo cierto, es una pamplina. Pero igual le puede servir de referencia a quien como yo guste del marisco cociéndolo en casa.
Es una tabla que ha caído en mis manos donde se indica el grado de salinidad que debe tener el agua y el tiempo de cocción necesario en función del bicho que se vaya a comer. Solo pido al Altísimo que me de suficiente vida y caudales para poder comprobarlo en todos y cada uno de los casos.
Espero que les sea de utilidad. No se quemen.
Queridos amigos:
Incorporo a mi información anterior unos consejos complementarios al tema de que se trata. Son recomendaciones de un experto en asuntos pescaderos. Observen si no en la cabecera de dónde han salido. Para que vean que la realidad imita al arte.
Saludos para todos.
Por mi parte muchas gracias por esos tiempos y métodos de cocción del marisco que nos adjunta, Milord. Hoy me he comido unas brochetas de mero y langostinos en nuestro restaurante habitual que no se las salta un gitano. Muy probablemente no tendrá que ver directamente con todo esto, pero que me quiten lo bailao.
Algo de lo que he visto últimamente son las empanadillas de sobrasada y miel. Yo no las he comido, pero dicen que están buenas. Simplemente se usan obleas de empanadillas y se las rellena de sobrasada y de miel. Se echa sésamo por encima, se las pinta de huevo y se las mete al horno. No sé los tiempos exactos, pero si a alguien le interesa, puedo preguntar. ¿Sabéis de otras empanadillas que salgan muy buenas al horno? Mejor al microondas. Gracias a todos.
Yo no he hecho nunca empanadillas, de ninguna clase. No me ha dado por ahí. Alguna vez las compro, como algo excepcional, congeladas. Y siempre de atún y tamaño mini, un bocadito. He encontrado una marca que las hace bastante bien y hasta ahora siempre iguales y manteniendo la calidad. Así que voy directa por ellas y ya está. Pero son para freír, Blasita.
Y ahora que se acerca el mal tiempo y las tardes tan largas con poca luz, suele apetecer hacer alguna cosilla en casa para distraerse, algún bizcocho…, nada complicado.
Por si alguien se anima, os paso una receta para hacer bizcocho de yogur, que siempre sale bien y es muy sencilla.
Necesitamos:
4 huevos
1 yogur natural o de limón.
250 g de harina Bizcochona para bizcocho (por si no quedaba claro)
250 g de azúcar
1 dl de aceite de oliva fino (cuanta menos acidez tenga, mejor: el de 0’4 está bien)
Raspadura de la corteza de un par de limones, o de naranja y limón mezclada.
Medio sobre de levadura Royal.
Rallamos la corteza de los limones después de lavarlos muy bien para quitar las ceras que llevan. Y raspamos solo la parte amarilla exterior sin llegar a la blanca, porque amarga.
Untamos el molde (de 24 cm de diámetro) con mantequilla y espolvoreamos con harina. Sacudimos la sobrante cuidando de que queden el fondo y las paredes completamente cubiertos.
Separamos las yemas de las claras y reservamos éstas para batirlas luego a punto de nieve. Hay que batir las claras cuando están a temperatura ambiente para poder montarlas bien. Si tenemos los huevos unas horas antes fuera del frigorífico, nos facilitará la labor.
Ponemos las yemas en un bol junto con el aceite, el azúcar, el yogur y la raspadura de limón. Batimos con varillas y cuando estén estos ingredientes bien unidos y algo espumosa la mezcla, añadimos poco a poco la harina (a la que ya hemos añadido la levadura Royal) pasándola a través de un tamiz o colador para evitar grumos e incorporar aire. Seguimos batiendo hasta unir perfectamente y obtener una crema fina.
Aparte, batimos a punto de nieve firme las claras (como para merengue). Las añadimos a la pasta anterior, ahora sin batir, poco a poco, con mucho cuidado de abajo arriba con ayuda de una espátula para incorporarlas sin que pierdan volumen.
Se vierte la mezcla en el molde enharinado y se mete al horno que habremos precalentado, resistencias de arriba y abajo (SIN VENTILADOR), con la parrilla en el nivel 2 contando desde abajo, a 180°. Al cabo de 40 minutos estará en su punto. No obstante, pinchadlo con una aguja y comprobad que sale limpia. Ya sabéis que todos los hornos no responden igual.
Que aproveche. El bizcocho admite cobertura de chocolate, relleno de mermelada de albaricoque (o la que se prefiera…), adornos de praliné, azúcar glas, lo que queráis.
Muchas gracias por tu respuesta y por esa estupenda receta de bizcocho de yogur, Madri. Ese bizcocho tiene que estar delicioso y además sí que parece sencillo de hacer.
Por cierto, algunos se preguntarán por qué esa «obsesión» mía con el microondas. Pienso que donde esté un horno convencional que se quite todo lo demás, pero es que el que tenemos ahora no parece tener mucha potencia y las cosas no se hacen bien en el tiempo establecido o no salen como debieran.
¿Alguna recetilla del paso del 2015 al 2016, o sea, algún plato que hayáis hecho o receta navideña que queráis compartir con nosotros?
A mí me gustaría aportar algo en este sentido, pero ahora nuestras navidades son más de picar o de comidas del día a día y ya nada de platos especiales.
Feliz año para todos.
Dos platos nuevos y MUY sencillos me han tocado estas navidades, Blasita. Uno puse yo y el otro comí en casa ajena. Si no te gusta el aguacate, no sigas leyendo:
1) Ensalada de aguacate con gulas
Ningún misterio. Preparas las gulas al ajillo (y con una guindilla si te gusta un toque picante), como siempre. Dejas enfriar. Las mezclas con aguacate troceado. Si hiciera falta, añades un poco mas de aceite de oliva.
2) Ensalada de aguacate con mango
No la vi preparar pero por los ingredientes detectados, debe de ser algo así:
Troceas un mango en dados pequeños o láminas y lo colocas en el fondo de la fuente. Colocas una segunda capa de aguacate troceado/laminado y apañas con un poquito de sal, aceite de oliva y zumo de lima. Echas por encima un poco de cebollino picado y unas pocas gambas cocidas. ¡Listo!
Muchas gracias por esas dos recetas con aguacate, Nibbles. Son originales, me gustan mucho.
Yo solía hacer de vez en cuando aguacates rellenos. Los rellenaba con parte de la pulpa del aguacate (con un pelín sal y zumo de limón), unas gambas pequeñas, lechuga cortada en tiras pequeñita o trocitos y salsa rosa o cóctel. Y hay millones de posibilidades.