¡Bienvenidos a la segunda temporada de caídas de letras y sílabas de Robin!
Aunque esta nueva aventura que nos propuso Robin comenzó siendo de letras, pronto hizo sitio también a las sílabas. La palabra de un mínimo de tres sílabas que elijamos perderá cualquier letra o sílaba solo una vez o seguirá haciéndolo hasta que sea posible o decidamos parar. Debemos definir u ofrecer algún sinónimo de la palabra inicial y de todas las palabras acortadas.
Por favor recuerden que las palabras han de figurar en el DLE sin marcas y no ser aumentativos ni diminutivos. No se tienen en consideración acentos ni tildes y las formas verbales admitidas son el infinitivo y el participio.
En nuestro caso el dicho de «a gran subida, gran caída» se convierte en «a gran blasitero, gran caída». Contamos con su participación: ¡grandes caídas para todos!
Lista de las «caídas de letras o de sílabas» aportadas en comentarios. Clique en un número para ir a la «caída de letras o de sílabas» correspondiente.
2. (Monic)
3. (Monic)
4. (Kory)
5. (Robin)
6. (Robin)
7. (Robin)
8. (Robin)
9. (Robin)
10. (Robin)
11. (Robin)
12. (Robin)
13. (Robin)
14. (Kory)
15. (Robin)
16. (Kory)
17. (Robin)
18. (Robin)
19. (Monic)
20. (Monic)
21. (Robin)
22. (Robin)
23. (Robin)
24. (Robin)
25. (Robin)
26. (Robin)
27. (Robin)
28. (Blasita)
29. (Blasita)
30. (Blasita)
31. (Monic)
32. (Robin)
33. (Robin)
34. (Robin)
35. (Robin)
36. (Robin)
37. (Robin)
38. (Blasita)
39. (Blasita)
40. (Robin)
41. (Robin)
42. (Kory)
43. (Robin)
44. (Robin)
45. (Robin)
46. (Blasita)
47. (Robin)
48. (Monic)
49. (Robin)
50. (Robin)
51. (Robin)
52. (Robin)
53. (Robin)
54. (Robin)
55. (Monic)
56. (Kory)
57. (Blasita)
58. (Robin)
59. (Robin)
60. (Robin)
61. (Robin)
62. (Steve)
63. (Kory)
64. (Robin)
65. (Steve)
66. (Nicanor)
67. (Nicanor)
68. (Robin)
69. (Robin)
70. (Robin)
71. (Robin)
72. (Robin)
73. (Robin)
74. (Monic)
75. (Monic)
76. (Blasita)
77. (Robin)
78. (Robin)
79. (Robin)
80. (Robin)
81. (Robin)
82. (Robin)
83. (Robin)
84. (Robin)
85. (Robin)
86. (Robin)
87. (Robin)
88. (Robin)
89. (Blasita)
90. (Blasita)
91. (Robin)
92. (Robin)
93. (Robin)
94. (Robin)
95. (Robin)
96. (Robin)
97. (Robin)
98. (Robin)
99. (Robin)
100. (Robin)
Buenas tardes a todos,
Re: no. 48 ¡Te felicito Blasita! Y, lo siento, Robin. No tengo nada ayuda.
Pero, aprendí yo las palabras siguientes: peces bentónicos, platija, rodaballo, pescado demersal,peces de fondo, hipogloso, pez aferrado, róbalo, mantarraya, mero, y fletán.
Así no perdí esta tarde de martes, aunque yo no conocía la frase “entierro de la sardina”. ¡Ufff!
Monic, la palabra “escort” en inglés americano es casi un sinonimo para “prostituta”.
Saludos cordiales.
Hola, chicos:
Ya en la mesa de las caídas, estoy riéndome con el remix que ha hecho Monic. Muy bien por ese conato, que ha llegado para desasnarme, porque solo conocía la primera acepción de esta palabra: la acción que se frustra antes de realizarse.
Creo que, a fuerza de perder sílabas por todos lados, se ha colado por ahí un cona que debería ser un nato. Con el calor, cualquier cosa es posible.
De la planta de Blasita, ay, como que no.
Besos.
Buenos días:
Vaya, vaya con Monic, ¡qué pillina! A eso se le e llama «quedarse» con el personal. Al menos con Steve y conmigo, que nos hemos pasado un largo rato en el fondo del mar desenterrando peces sin ningún resultado. Pero ha estado bien, Monic. Has sido muy ingeniosa. Te felicito. (Y ya estamos advertidos para la próxima) 🙂
Menos mal que estaba ahí Blasita, porque llevábamos camino de doctorarnos en ictiología.
Con permiso de Blasita te recomiendo que pienses en títulos de zarzuelas. Por ejemplo, en Doña Francisquita. 🙂
Saludos cordiales.
Steve, Madri, Robin: ¡gracias! ¡gracias! ¡gracias! 48: sardina. Blasita, ¡sagaz y estupenda!
Steve, Robin: ¡qué majos sois! En vez de reprocharme haberos tenido buscando peces por ahí lo tomais como una posibilidad de conocer más peces: ¡bien por vosotros!
Gracias por tu amable corrección, Madri.
Saludos cordiales para todos
Hola, amigos:
Siguiendo en la línea de la sardina que se entierra, os voy a contar una anécdota de hace así como cincuenta años o más, que engrosará la lista de peces que ha obtenido Steve.Era un día de mucho mucho calor, en la playa; dispuesta a darme un baño y con el agua todavía a la altura de los tobillos. De repente, sentí un dolor fuertísimo en el dedo gordo del pie, pero un dolor muy raro que no se quedó en el pie, sino que, tan rápido como casi al mismo tiempo, se extendió por todo mi cuerpo. Fue una sensación muy extraña, muy dolorosa, inexplicable. Lo más inmediato fue mirarme el pie por si me había cortado con algo o qué sé yo, pero no tenía ninguna marca, no había señal de nada. Apenas podía caminar, por lo que me acompañaron para salir del agua y me llevaron al botiquín de la Cruz Roja, allí mismo en la playa. El socorrista de turno supo enseguida qué era lo que me había pasado: había pisado un pez escorpión (también conocido como pez araña, pez salvario, sabirón y no sé cuántos nombres más). Me dijo que se entierran (por eso lo he recordado) en la arena, no del todo, y que en el lomo tienen unas púas muy venenosas. A mí se me saltaban las lágrimas de puro dolor, pero no me quejaba. El socorrista me dijo que no me apurara, que había visto chicos como castillos que se habían desmayado por lo mismo. ¡Menudos ánimos! El que pisé yo debía de llevar una carga extra de veneno, porque el dolor, aunque fue perdiendo intensidad poco a poco, me duró casi un año. Luego estuve mucho tiempo percibiendo su eco y ese dolorcillo sordo que queda después de una lesión. Hasta que desapareció.
He leído que ahora aplican algún tratamiento para combatir el veneno y el dolor, pero allá casi por la prehistoria, que es cuando me sucedió a mí, el socorrista, el pobre, lo único que hizo fue estar un buen rato apretándome el dedo a ver si conseguía sacar algo, pero sin éxito.
Ojalá no piséis nunca un pez escorpión y no lleguéis a saber por vosotros mismos cómo se las gasta.
Todo esto para distraeros un ratito antes de que alguien dé con la planta de Blasita. Porque no será la verbena (La verbena de la Paloma), ¿verdad? Solo tiene los símbolos del berilio (Be) y del sodio (Na)… Lo del baloncesto, ¿qué será?
Un abrazo a todos
Buenas:
No, no, Madri: céntrate en Doña Francisquita. (Sustantivo propio, por cierto, si no está en diminutivo). 🙂
¡¿Una pataca?!
Solo te ha faltado darme el nombre completo, Robin. ¡Menuda chuleta! Así cualquiera…
En fín, creo que sí será la pataca, porque es una planta que puede llegar hasta los dos metros; contiene una paca que a su vez tiene patas.
La moneda sería también la pataca, el tántalo y el calcio. Y lo definitivo, doña Paca, Paquita para los amigos.
¿Habéis comido alguna vez tupinambos?
¿Y habéis tenido alguna vez un orzuelo? Mejor no.
Buenísimas noches a todos:
Estaba detrás de la barra, asegurándome de que había café para todos y disfrutando como una niña con zapatos nuevos (qué antigua soy) de vuestra compañía y comentarios. Muchas gracias.
¡Muy requetebién, Madri! Cerramos la 46: pataca. Tras la pista de Robin, decidí que esperaría un poco para ofreceros otra ayudita que tiene que ver con esta frase de Steve sobre la caída de Monic:
Si a la plantita baloncestista en cuestión se le hubiese caído la otra sílaba, en concreto la primera, bien podríamos referirnos a un animal marino invertebrado del tipo de esos de los que habla Steve, cuya definición incluye la marca Chile en el DLE, o bien a un armario pequeño.
Buen jueves de agosto. Un abrazo.
P. D. Me encantan tus anécdotas, Madri, por favor cuéntanoslas siempre que apetezca. 🙂 Tenemos algo en común: los animales marinos que nos atacan son extraordinarios. Recuerdo un viaje a Torrevieja hace tropecientos años en el que pasé mi muñeca derecha por lo que debió ser una medusa grandecita, con el resultado de un brazo hinchado y con fiebre alta durante semanas y semanas.
Buenas noches a todos,
¡Te felicito, Madri!
Gracias también a Madri por sus cuentos tan interesantes, y gracias, Blasita, por ayudarme a salir de mi miseria con el golpe de gracia.
Qué buen acertijo.
Abrazos fuertes a todos.
Buenas tardes:
Érase un epigrama en forma de ‘undécima’ que perdió una línea y se convirtió, por pura aritmética, en una décima y, además, Blasitera. Ahora sí, jeje. (N.º 22).
Si el ambiente que se crea en el Café con las caídas de letras predispone a la narración de anécdotas personales, con gusto pongo mi granito de arena: 🙂
49.
Érase una tapa muy usual en los bares españoles que perdió una sílaba y se transformó en un pimpollo. Si hubiera perdido una sílaba distinta sería ahora un pequeño elemento de sujeción.
50.
Era una composición que pedió una nota en forma de sílaba y se transformó en una mujer descarada. De haber perdido una sílaba distinta se habría convertido en la cosa más importante y estimada en cualquier contexto. Propina: si esta última perdiera otra sílaba desaparecería al momento (dicho coloquialmente).
51.
Era una persona que se distinguía por usar determinada indumentaria, que al perder una sílaba se transformó en la acción de examinar el interior de algo. Si se le hubiera caído una sílaba distinta se habría convertido en un sitio de tránsito.
52.
Era una señora europea que perdió una sílaba y se convirtió en una tela. De haber perdido una sílaba distinta se habría transformado en un adjetivo que aplicado la mente significa «trastornada».
53.
Érase un planta archiconocida, que ya usaban los antiguos egipcios, griegos, romanos, etc., que perdió una sílaba y se convirtió en un terreno húmedo. De haber perdido otra sílaba distinta sería ahora un cereal.
54.
Érase un adjetivo negativo aplicable al Gobierno (que conste que es el ejemplo que cita el DLE en su definición 🙂 ) que perdió una sílaba y se transformó en un evento suntuoso. Si hubiera perdido una sílaba distinta se habría convertido en un pedestal de columna (esta palabra ya salió en otra caída).
Hasta pronto.