Mañana va a llover casi seguro
Antes, cuando ud. decía «Mañana va a llover casi seguro» era porque usted estaba seguro de que llovería casi seguro o porque estaba usted casi seguro de que llovería seguro, y me perdonan la perogrullada. El grado de contundencia de esa aseveración dependía mayormente de si era época de lluvias o de cuánto le dolían, por ejemplo, sus callos. También dependía, claro, de si había visto previamente el parte de la tele donde Mariano Medina -ofú, qué mayor soy- hablaba del riesgo de las precipitaciones.