Soy una lectora bastante voraz, aunque más de mis autores y temas favoritos. Hace mucho tiempo que, por entretenimiento, empecé a leer relatos cortos de Andrea Camilleri, del comisario Montalbano, y me gustaron bastante.
De hecho, los han puesto en televisión y, aunque ya los había leído, me enganché un poco a la serie. Se repiten hasta la saciedad, pero creo que en este caso la adaptación televisiva supera a los libros —que ya es difícil— y la interpretación de los actores, a mi parecer, es perfecta: refleja totalmente el ambiente y forma de expresarse de los italianos (sicilianos), eso por no hablar del doblaje al castellano, que es insuperable.
Bueno es saberlo, Luz.
La verdad es que no he leído esos relatos ni he visto la serie en televisión. Estoy de acuerdo en que es bastante difícil que una adaptación televisiva supere al libro en sí; donde esté un buen libro que se quite todo lo demás.
Es verdad, Luz. He visto algunos episodios de esa serie italiana y me parecen muy aceptables.
Como hay varia páginas web en las que se puede leer la opinión de los críticos de cine sobre esta serie (la mayoría favorables, aunque sin tirar cohetes), sólo voy a decir que me sorprendió gratamente el que, aun estando ambientada en el siglo XXI, se resolvieran los crímenes como en épocas pasadas, es decir, utilizando la cabeza y la intuición –el famoso olfato policial– y, por tanto, sin necesidad de recurrir a esos sofisticados aparatos que aparecen en otras series policíacas (sobre los que no tengo nada que objetar, sino todo lo contrario porque la verdad es que son una maravilla), aparatos que tras analizar una mota de polvo de la escena del crimen determinan en un santiamén poco menos que el árbol genealógico del criminal (exagerando un poco para que se entienda mejor el contraste 🙂 que, a mi juicio, es precisamente lo que pretende el autor).
Por cierto, he leído que el nombre del protagonista, comisario Montalbano, es un homenaje que Andrea Camilleri quiso hacer a su buen amigo Manuel Vázquez Montalbán.
Muchas gracias por vuestros comentarios, Robin y Blasita. Saludos.