Buenos días, amigos:
Vengo de nuevo con una cosilla de las mías. Quizá sea un tema muy manido, pero esta me la encontré sin querer ayer y va de laísmo, o no, porque ya no lo tengo tan claro.
https://cadenaser.com/ser/2020/04/26/sociedad/1587922979_879500.html
Yo también había creído toda mi vida que el verbo pegar era transitivo, cuyo objeto directo es el golpe que se propina (una patada, una bofetada, un coscorrón…) y que el indirecto SIEMPRE es la persona o cosa que recibe el golpe: Le pegó un bofetón; Le dio una patada a la silla.
Sé que hay zonas laístas en las que decir La pegué un susto es normal, aunque para quienes no lo somos resulte extraño.
Pues bien, las nuevas tecnologías sirven de mucho. En este caso, en mi caso, para descubrir que en el DLE hay una acepción del verbo pegar (la 5) que dice así: “Castigar o maltratar a alguien con golpes”. Ya está, de un plumazo ha desaparecido el laísmo durante tantos años rechazado, porque en esta acepción la persona maltratada, pegada, es el objeto directo.
He mirado en diccionarios anteriores para saber desde cuándo esto es así y he llegado hasta el de Autoridades, en el que citan este ejemplo que, a mi entender, es de lo más neutro porque no aparece el pronombre ‘la’: Agradeced, señora mula, lo que me ha dicho de vuestra ama, que hasta la mañana os estuviera pegando.
Habréis podido leer los tuits en que la RAE responde que “la pegó (a María)” es una construcción válida, afirmación que ha generado la polémica.
Por otro lado, en una respuesta de ENCLAVE añaden un matiz que han ocultado en Twitter:
Con el sentido de ‘castigar o maltratar a alguien con golpes’, el verbo pegar se usa, en el español general, como intransitivo y con complemento indirecto o pronombres personales átonos de dativo (le, les): Vi cómo les pegaban. Este uso es, por tanto EL RECOMENDADO. No obstante, en algunas áreas también se documenta el uso como transitivo, que está registrado en el diccionario académico y puede considerarse válido. Siendo así, se justifica el uso del pronombre personal átono de acusativo la: Vi cómo la pegaban.
Ninguna observación sobre su uso en «zonas laístas». Ahora bien, esta justificación está en total desacuerdo con lo que dice el DPD, obra a la que remiten en muchas ocasiones desde el propio ENCLAVE:
pegar(se).
1. Cuando significa ‘dar [un golpe o una serie de ellos] a alguien’, es transitivo; además del complemento directo, lleva un complemento indirecto de persona: «Se volvió el ex boxeador hacia Charo y le pegó dos bofetadas que la tiraron al suelo» (VqzMontalbán Soledad [Esp. 1977]). A menudo se omite el complemento directo, por quedar implícito o sobrentendido; en ese caso, el complemento de persona, en la lengua culta de la mayor parte del ámbito hispánico, sigue considerándose indirecto: «No es caso insólito que a un santo cualquiera sus devotos le peguen y lo castiguen hasta que acceda al milagro que se le pide» (Ortiz Música [Cuba 1975]). No obstante, en estos casos, es normal que los hablantes de ciertas zonas de España interpreten el complemento de persona como directo: «Nos dijo que su padre la pegaba» (País@[Esp.] 9.7.94); este uso, influido además por el régimen del verbo sinónimo golpear, que rige complemento directo de persona, SOLO SE DA EN ZONAS LAÍSTAS (→ laísmo), por lo que se desaconseja en el habla culta. Lo mismo cabe decir si lo que recibe el golpe es una cosa: «Creo que le pego bien a la pelota» (Clarín [Arg.] 16.1.79).
Por otro lado, podemos ver el art. 16.10ñ de la «NGLE», donde dice:
Se obtienen otros casos de loísmo con verbos polisémicos que poseen más de un régimen. El uso de pegar (‘golpear’) con objeto directo de persona es análogo al laísta (§ 16.10g y 35.8o):
…
«Era de familia humilde, su papá lo pegaba. Quería irse de su casa». (Paz Soldan, Materia).
Estas cosas son las que me descolocan a menudo: ahora sí, ahora no.
A la vista de los ejemplos dados, ¿es laísmo o no decir «A María la pega su pareja»? Porque si es loísmo «su papá lo pegaba»…
Confío en vuestras sabias opiniones.
Un abrazo muy fuerte.
Buenas noches, Madri:
Fuente: Nueva gramática de la lengua española (NGLE). Apartado 35.8o.
Estoy de acuerdo con Arturo Pérez-Reverte en que la contestación a esa consulta lingüística que se dio en Twitter, en la cual se afirma que La pegué (a María) es un uso válido, no se ajusta a la norma culta de la RAE . La NGLE, la obra más actual de referencia para este tipo de dudas, deja claro que es un uso propio de hablantes laístas o loístas, no recomendable. Sin embargo, difiero de Pérez-Reverte en que la culpa se debe atribuir solamente al confinamiento, a la situación actual de crisis, puesto que he podido comprobar que algunos trabajadores que dan respuesta a dichas consultas han errado en otras ocasiones, o bien por carecer del tiempo necesario para ejercer su labor, o bien por carecer de los conocimientos o directrices necesarios. Aunque pueda resulta pretencioso, yo, por mi parte, tengo claro cuáles son las razones; las numerosas consultas lingüísticas inundan el departamento correspondiente de la Real Academia Española —más aún con la apertura a redes sociales— y los recursos de la RAE escasean —los económicos y, por consiguiente, los humanos, es decir, los relativos a la cantidad y calidad de su personal—. Entiendo la buena disposición de la RAE para permitir todas y cada una de las consultas que le plantee cualquier persona o entidad, al igual que la avidez de obtener respuesta por parte de los consultantes, mas creo que se debería limitar el acceso de todo tipo de consultas en tantos medios, ya que veo que el fallo en esa contestación que enarbola la etiqueta de la RAE, tal como otras que ha habido y habrá, se produce como consecuencia natural de los pocos recursos de que dispone la Academia.
¿He respondido a tu pregunta sin irme demasiado por las ramas, Madri? Eso espero. Admito todo tipo de peticiones de aclaración o ampliación y, como siempre, de correcciones.
Un abrazo.
Hola.
Opino que sí es laísmo.
Madri, o sea que la han pifiado en un tuit que se manda como RAE y se desmarca de lo que se dice en sus obras, que «le pega (a María o José)» es correcto y que «la pega (a María)» y «lo pega (a José)» no aunque usarse se usa. Creo que quien respondió a esa pregunta en Twitter habrá sido alguien laísta, de los que vemos el transitivo y pensamos en «la» y «lo» directamente («mea culpa», «sorry»).
En fin, que estoy con Blasita, y muy seguramente es por las razones que da ella (me consta que Blasita sabe mucho de esto).
Abrazos
Buenas noches:
Basándome en lo que leo y oigo, estimo que en España es poco frecuente el uso del loísmo (no recuerdo haber oído nunca una frase del tipo A Juan lo dije que no fuera a la manifestación del 8-M, por poner un ejemplo de actualidad). Tal vez en Hispanoamérica sí se den estos casos, como el del ejemplo de Paz Soldán.
En cambio, el laísmo está muy extendido en España. Por ello, frases del tipo A Juana la dije que no fuera a la manifestación del 8-M las he oído en muchas provincias españolas, sobre todo en las castellanas y también en la de León, ‘reino’ que conozco bastante bien.
Cuando surge este tema entre amigos leoneses que desearían corregir su laísmo, yo les doy una regla práctica que consiste en cambiar a la mujer por el hombre en la frase. O sea, si dicen: A Juana la di el libro que me pidió, les hago ver que si se dirigiesen a un hombre no dirían A Juan lo di el libro que me pidió. Y todo el mundo está de acuerdo en que no sería correcto, ya que no les suena mal el laísmo pero, en cambio, les rechina el loísmo.
LLegado a este punto les digo que si no se puede usar lo, tampoco se puede usar la (esa es la regla) y, por lo tanto, hay que usar le para ambos géneros: A Juan / A Juana le di el libro que me pidió.
Esto les sirve para poder en algún momento corregir una frase mal escrita, pero en el lenguaje oral –que no da tiempo a aplicar esa regla– siguen cayendo en el laísmo una y otra vez, je je, y yo termino por dejarlos a su aire, claro. Es que después de 40 o 50 años hablando de ese modo, es dificilísimo cambiar; máxime cuando, como ellos dicen lamentándose, «jamás me corrigió ningún profesor en este sentido».
Si esta historia la aplicamos al caso que plantea Madri, estoy seguro de que hasta los propios laístas, después de aplicar la citada regla, dirían que no es correcta, puesto que les sonaría fatal la frase A Juan lo pega su pareja.
Respecto a la explicación gramatical, coincido en que el tortazo, el puñetazo o la patada que se pega, se omiten por costumbre. Es lo mismo que puede pasar con el verbo «dar»: ¡No me insultes, que te doy! (se omite pero se supone que es un golpe).
Un abrazo. Y perdonad mis digresiones bercianas. 🙂
Una curiosidad:
En la canción de Cecilia, «Un ramito de violetas», la cantante dice:
¿Quién la escribía versos? dime quién era.
¿Quién la mandaba flores por primavera?
Sin embargo, en youtube los subtítulos dicen le escribía y le mandaba.
Robin, hola. Aunque quizás admitiría que esta en particular me sonaría un poquito peor que en otros casos, quizás por la similitud con el otro significado de «pegar». Pero no estoy segura de que esa norma que das nos valga a los laístas y loístas porque yo diría «lo mató (a José)» en vez de «le mató». ;))
Buenos días:
Si dices “lo mató (a José)”, dices bien, Monic. Y también sería correcto decir que a José lo asesinó, lo destrozó, lo ejecutó, lo estranguló… es decir, con el pronombre de acusativo.
En consecuencia, si con esos verbos se usa lo para el masculino, es que se debe usar la para el femenino: la mató, la destrozó, etc. (ahora he aplicado la regla que mencioné ayer, pero a la inversa).
En cambio, si la agresión se hubiera producido sobre una parte del cuerpo de José (el brazo, por ejemplo), habría que usar el pronombre de dativo: A José le destrozó el brazo. Y esta forma es la que también habría que aplicar en femenino: A Josefa le destrozó el brazo.
Y justamente ahi, en frases como esta última, es donde los laístas se dejan ver, puesto que dirían: A Josefa la destrozó el brazo.
—-
No obstante lo anterior, tengo que decir que en el ejemplo que has puesto (lo mató o le mató), también es válida la segunda forma porque entra en ese caso particular en que la Academia tolera (de lástima, je je) el le como acusativo cuando se trata de personas, ya que su empleo está muy extendido en España (no en Hispanoamérica). Pero esto ya es salirse del tema planteado por Madri, que es el del laísmo.
Un abrazo.
Creo que la causante de todo este follón que traerá cola, porque la RAE tiene muchísimos detractores con muy mala leche, es la acepción 5 de pegar:
Esta definición, a mi entender, permite (no sé si atreverme a decir que ‘obliga a ello’) el uso de los pronombres de acusativo. Creo que, con la gramática en la mano, acogerse a esta acepción y decir «a María la pegó» no se podría considerar laísmo, porque no hay ninguna advertencia de que este uso sea de la lengua laísta, ni indebida, ni nada. Ahí está la acepción, tal cual, desde hace trescientos años. ¿No sería conveniente que lo advirtiera?
El lío que se ha montado se debe precisamente a esta ‘oveja negra’ que va en contra de todo lo demás que se dice en el DPD, en la NGLE y en la OLE.
Un besote.
EDITO:
Este es el laísmo más bonito que he oído jamás. Se trata de «La jota de Perico» (Alfredo Kraus) de la zarzuela «El guitarrico».
https://www.youtube.com/watch?v=o_eaUMZcBOY
Robin, muchas gracias por tu aclaración. Un abrazo.
Madri, disculpa pero no entiendo si lo que afirmas es por el significado o por qué. Te habla una leísta, laísta y a veces loísta. ¡Gracias!
Querida Monic:
Estas son las acepciones 5 y 6 de pegar:
Si ‘pegar’, en la acepción 5 del DLE, significa «castigar o maltratar a alguien CON GOLPES», resulta redundante decir «pegar un golpe», porque ‘el golpe’ ya está incluido en la definición de pegar. Lo mismo que decir que «la carretera se bifurca en dos», porque ‘bifurcar’ ya significa «dividir en dos».
Por esa razón, estas expresiones coinciden en su significado y en que su complemento directo es de persona, por lo que usamos el pronombre ‘la’. Creo que la respuesta 2/2 de la RAE en Twitter se apoya en esta acepción.
Sin embargo, en la 6 vemos que el objeto directo de dar/pegar es el propio golpe, así que la persona que lo recibe es el indirecto y le corresponde el pronombre ‘le’.
Yo he terminado hecha un lío, así que no te asustes si tú estás igual después de leerme. Creo que la clave está en distinguir conceptos gramaticales que no tienen nada que ver con la vida real.
Un abrazo muy fuerte.
Buenas tardes:
Verdaderamente, este tema tiene mucha miga. Es para expertos. Pero yo, como simple estudiante de lengua española, me he colado en este debate como Pedro por su casa, haciendo buena la frase de que la ignorancia es muy atrevida.
Pero es que no me puedo callar. 🙂
Después de leer y releer estos párrafos tengo que admitir que, en teoría, Madri tiene toda la razón, es decir, que en la frase A María LA pega su pareja no hay laísmo.
Pero en la práctica no me cuadra esa conclusión, ya que si aplicamos la misma definición del DLE a un caso en el que el sufriente sea del género masculino, la frase me chirría. Por ejemplo: Al gato LO pega su amo.
Por otra parte, si María es el complemento directo, al pasar la frase a pasiva se convertirá en sujeto, y quedará de este modo: María es pegada por su pareja. Y no me imagino yo un titular de un periódico que dijese con grandes caracteres: Una joven, identificada después como María Pérez, es pegada por su pareja en plena vía pública.
De verdad, yo creo que en España no hablamos así. Distinto sería si, en vez de pegada, dijese agredida, golpeada, atacada, maltratada, etc.
Por lo tanto, como, por un lado, Madri tiene más razón que una santa y, por otro lado, salen estas frases tan extrañas al aplicar la teoría, es evidente que aquí hay un fallo por alguna parte, señores Académicos.
¿Y si el fallo residiera en la definición del DLE? (Ya dije que yo soy muy osado). Es que si la acepción 5 de pegar fuera de esta guisa, aquí no habría nada que debatir:
Pegar
5. tr. Seguido del complemento ‘golpe’ (en sing. o pl.) o palabra equivalente: maltratar. No obstante, debido a que se sobrentiende, dicho complemento se suele omitir.
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En este supuesto, la frase inicial se transformaría en esta, por ejemplo: A María LE pega puñetazos su pareja, en la que el O.D, es «puñetazos» y el O.I. «María», como sabéis.
Entonces, ¿podría ser que una definición del DLE estuviera mal expresada?
Pues… no sé, porque esas ya son palabras mayores. Pero insisto en que en algún sitio tiene que haber un fallo.
¿Seguimos?
Un abrazo.
¡Buenas tardes!
Seguimos, seguimos, Robin.
Madri, gracias por responder a mis pregunta aunque sean bobaliconas y gracias por sacar un tema que me interesa especialmente.
Por añadir algo aunque no sirva de nada, la Fundeu apoya el uso de «le» apoyándose (valga la redundancia) en los diccionarios de la RAE y no dicen tener problema con el modo en que las definiciones están escritas.
Pero vamos, alguien que representa a una empresa no debería ir contra las normas que ésta establezca, en este momento en contra de la información que la empresa tiene por escrito, ¿estamos de acuerdo?
Abrazos